DOMINGO XXXI ORDINARIO CICLO B (2018)
Amar a Dios y al prójimo es más que un mandamiento: es cuestión de vida o muerte, es la invitación a utilizar todas tus capacidades para vivir un estilo de vida espiritual, divina, a imagen de Dios, que es amor. No basta hablar del amor en términos de «gusto», «placer», «tener» o «hacer»: por obra de Dios podemos ser amor.