DESCRIPCIÓN
Oración para mejorar los hábitos alimenticios. Es una práctica de meditación contemplativa, orientada hacia el «mindfull eating» o alimentación con consciencia plena, con el apoyo de las virtudes teologales para rendir actos de gratitud, bendición y comunión hacia Dios, la naturaleza y el mundo humano.
Según expertos, mejorar nuestra atención al momento de consumir alimentos (sin televisión, pantallas, celulares, u otra distracción) es el primer paso hacia la construcción de buenos hábitos alimenticios. Aquí se propone aquietar las distracciones, y desde la atención consciente plena (mindfullness) abrazar el silencio que nos lleva a celebrar el momento de los sagrados alimentos, y educar nuestro gusto para percibir lo mejor de ellos.
Se aconseja hacer esta práctica para ir incorporando a la vida diaria estas virtudes y hábito de nutrir cuerpo, mente y espíritu.
PASOS
- Atención consciente plena y silenciamiento. Percibir el hambre física por medio de las partes del cuerpo.
- Percibir los alimentos con los sentidos externos.
- Primera consideración: frutos de la tierra y del trabajo de mujeres y hombres.
- Se escucha la Parábola del Tesoro escondido.
- Continúa el ejercicio desde los sentidos externos hacia las virtudes de la fe, esperanza y caridad, con actos de gratitud y comunión.
- última consideración: desde la frase del Padrenuestro, se agradece el alimento presente, y se espera en el banquete Eterno.
- Se invita a permanecer en la paz y quietud, gozando del momento de la alimentación.
LECTURA
Mateo 13, 44-48.
44 El Reino de los Cielos se parece a un tesoro escondido en un campo; un hombre lo encuentra, lo vuelve a esconder, y lleno de alegría, vende todo lo que posee y compra el campo.
45 El Reino de los Cielos se parece también a un negociante que se dedicaba a buscar perlas finas;
46 y al encontrar una de gran valor, fue a vender todo lo que tenía y la compró.
47 El Reino de los Cielos se parece también a una red que se echa al mar y recoge toda clase de peces.
48 Cuando está llena, los pescadores la sacan a la orilla y, sentándose, recogen lo bueno en canastas y tiran lo que no sirve.