Jonas 1, 1 – 2,1.11. Aunque nos resistimos a ser coherentes con nuestra fe, Dios respeta nuestra libertad, y a la vez insiste en invitarnos a colaborar con él.
Jonas 1, 1 – 2,1.11. Aunque nos resistimos a ser coherentes con nuestra fe, Dios respeta nuestra libertad, y a la vez insiste en invitarnos a colaborar con él.